jueves, 20 de noviembre de 2008

MONOGRAFIA ALCOHOL EN ADOLESCENTES - ROSARIO

INTRODUCCIÓN

Comenzamos este trabajo de investigación basandonos en la pregunta: ¿Por qué se dio un aumento del consumo de alcohol en adolescentes de Rosario? Este tema nos interesó ya que implica actualmente, un gran problema social que acarrea graves consecuencias, como violencia, accidentes viales, trastornos de salud, etc; y que a nuestro modo de ver, es una droga que ha sido bien aceptada por la sociedad. La gente no tiene conciencia de los efectos que tiene la aceptación del alcohol: los adolescentes toman por diversión sin pensar las dificultades que trae esto, y nadie realiza los controles pertinentes para revertir esta situación.

Como aporte, nuestro trabajo se orienta a la concientización de nosotros mismos y de los adolescentes en general. Asimismo, puede servir de información para proporcionar datos a aquellos interesados en el tema, ya que nuestra investigación se basa en la problemática del alcohol en Rosario.

Nuestros objetivos son:

- Conocer las causas del aumento del consumo de alcohol en adolescentes en Rosario.
- Concientizar y hacer problematizar esta temática a través de la intervención socio-comunitaria.




MARCO TEÓRICO


La investigación se realiza a causa de que el consumo excesivo de alcohol resulta una problemática relevante para la sociedad, que notamos que va en aumento y trae aparejada lamentablemente consecuencias, y nos llamó la atención la normalidad con la que los adolescentes aceptan este cambio.

Según nuestra opinión este aumento de consumo de alcohol se dio a causa de que, hoy en día, los adolescentes lo utilizan como un elemento para incluirse en un grupo, debido a sus efectos desinhibitorios , lo que hace facilitarles ésta integración y lo relacionan con la diversión y la moda (“si tomás, te divertís”).

Según estadísticas del diario “La Capital” se produjo un aumento del consumo excesivo de alcohol por parte de los menores. Además, hubo un incremento de un 50% en las consultas de jóvenes en hospitales por exceso de consumo de alcohol.

A su vez, en Rosario3 se publicaron datos en donde se ponía de manifiesto que más de la mitad de los jóvenes consume alcohol, con un mínimo de 5 tragos por salida y haciendo mezcla cada vez más nocivas. Este hábito es cada vez más frecuente y peligroso entre los adolescentes.

También, se indica que las cifras de muertes ocasionadas por sus consecuencias siguen en ascenso.

Además, el consumo de alcohol se ve promovido, con las “batallas alcohólicas” que organizan los boliches, cuyo fundamento es “el hígado más fuerte ganará importantes premios”.

La provincia de Santa Fe encabeza el ranking del consumo de bebidas alcohólicas del país, con un promedio que supera en 5 puntos a la medida nacional.

En cuanto a los varones, duplicaron la cantidad de alcohol consumido, superando los límites de riesgo.

Las autoridades sanitarias de Rosario denunciaron la existencia de un aumento paulatino del consumo de alcohol en jóvenes y alertaron que se ha vuelto “habitual” que los viernes, sábados y domingos a la madrugada, el SIES intervenga en un promedio de 15 casos terribles por noche.

Una de las causas es el agregado de energizantes que enmascaran los efectos del alcohol y permiten mucho más consumo.

Se considera ALCOHOLISMO, según la OMS, a la enfermedad o trastornos de conductas caracterizados por un consumo de bebidas alcohólicas que excede el uso tradicional o que sobrepasa los límites sociales de la colectividad en que se da, y que interfiere en la salud del bebedor, sus relaciones interpersonales o su conducta socioeconómica; y alcoholemia es la cantidad de alcohol en sangre.

Existen 2 tipos de alcoholismos: el AGUDO, llamado embriaguez o ebriedad, que es transitorio; y el CRÓNICO, producido por el consumo habitual de moderadas dosis de alcohol.

Según un comité científico local integrado por médicos y psicólogos de Rosario afirman que los jóvenes que hoy consumen más que los de la década anterior y que esto se restringe a un grupo de grandes bebedores. Hasta hace poco tiempo, existía un consumo de fines de semana casi exclusivamente. Actualmente, empiezan a incorporar el consumo en días laborales y de clases, aunque se sigue incrementando el consumo de fin de semana. Se ha producido un notable incremento de la ingesta de cerveza, que se ha convertido en la preferida de los adolescentes.

El consumo de alcohol entre los adolescentes está creciendo de manera alarmante, y hay que advertir que se debe actuar de inmediato para que este flagelo pueda detenerse a tiempo.


Conceptos básicos de alcohol:

Alcohol: Es un líquido incoloro, volátil, con olor característico y sabor ardiente, inflamable.

Absorción y eliminación: La absorción del alcohol se hace rápidamente. Aproximadamente un 20% se absorbe ene le estómago y el resto en la parte superior del intestino delgado. La presencia de alimentos en el estómago hace que esta absorción sea más lenta.
El alcohol pasa rápidamente a la sangre y en caso de embarazo también a la circulación del niño. Del 90 a 99% es quemado u oxidado en el hígado, el resto se elimina por el riñón y por el aire.

Acción del alcohol: La acción principal se produce en el sistema nervioso central, los cuales se pueden dividir en 3 períodos a medida que el alcohol va inhibiendo o deprimiendo los diversos centros del sistema nervioso (si la dosis de alcohol ha sido pequeña, los efectos quedarán en la 1ª etapa; y a medida que se aumenta la cantidad seguirá pasando de etapa)

Período de excitación: Hay una sensación de euforia; bienestar físico mental, con alegría y pérdida de la timidez. El juicio, racionamiento, sentido de ver y responsabilidad, memoria, están disminuidos. Al aumentar la cantidad de alcohol la cara se enrojece, los ojos se ponen brillantes, el pulso aumenta y la piel se calienta y se humedece. Aparece una excitación sexual.

Período de incoordinación: Falta de dominio sobre mente y cuerpo. Habla en forma incoherente y con dificultad. Cambios de humor. Violencia. El pulso y la respiración se acelera, aparecen vómitos, se ve mal y siente que los oídos le zumban.

Período de coma: Aparece un sueño profundo y se pierde la sensibilidad y los movimientos voluntarios. Está en estado de coma. El pulso es débil y la piel de la cara y manos tienen un color levemente azulado. El cuerpo se enfría. Las pupilas están dilatadas. Los músculos se relajan. Los reflejos estén disminuidos. Hay incontinencia de orina y materia fecal. Puede ocasionarse la muerte. Al despertar hay embotamiento del sistema nervioso, dolor de cabeza y abdomen, sed, nauseas y vómitos.

Sobre el corazón y los vasos sanguíneos se observan los siguientes efectos: con la concentración e alcohol en sangre que produce embriaguez (0,1 a 0,3 %) el rendimiento del corazón se ve disminuido. En concentraciones más elevadas pueden detener su funcionamiento. Los vasos sanguíneos, mayormente los de la piel se dilatan por lo cual hay una pérdida de calor.

-La cantidad de orina aumenta con ingesta de alcohol porque se irrita el riñón.

-La respiración se deprime en grandes dosis.

-El deseo sexual es estimulado ya que se congestionan los órganos genitales y por la inhibición de la corteza cerebral; si embargo, disminuye la potencia para el acto sexual.

-En contacto con la célula el alcohol precipita y deshidrata a los protoplasmas.

-Destruye ciertos gérmenes, por lo que se usa como desinfectante. Las mucosas son irritadas lo que produce ardor en la boca y en el esófago y una sensación de calor en el estomago. Cuando la cantidad de alcohol ingerido aumenta produce vómitos y nauseas, y con frecuencia inflamación o irritación de la mucosa del estómago.

¿Cual es el mecanismo de estos síntomas?:
En la corteza del cerebro están los centros nerviosos que controlan nuestras acciones: la auto crítica (es decir, ver lo que hacemos mal), el juicio, el razonamiento, el sentido de responsabilidad, etc. Estos actúan como frenos y el volante para controlar nuestros impulsos y emociones, cuyos núcleos se radican en la base del cerebro. En un estado normal las facultades superiores ejercen una continua acción inconsciente sobre el resto del cerebro.

Cuando por acción del alcohol estos centros frenadores funcionan en forma deficiente se manifiesta con mayor libertad el resto del cerebro, causando una pérdida de la timidez, la alegría y la locuacidad. Más tarde, acción depresora del alcohol sobre el cerebro y otras partes del sistema nervioso, puede traer inseguridad y dificultad para la marcha y movimientos, y por ultimo la perdida de conocimiento semejante a la que provocan algunos anestésicos.


A su vez el alcoholismo se desarrolla en varias etapas:

ETAPA Ι: (el individuo)

- Bebe demasiado en reuniones, aumenta su tolerancia y frecuencia de ingestión, bebe con rapidez, sufre lagunas mentales, siente preocupación por beber, bebe furtivamente, manifiesta cambios en la actitud y forma de beber.

ETAPA II: (el individuo)

- Sufre pérdida de control, bebe a la mañana para curarse la borrachera, siente aumento del impulso sexual y a la vez impotencia o frigidez, inventa pretextos, sufre reproches, muestra agresividad y conducta antisocial, siente remordimientos después de la borrachera, intenta dejar de beber, cambia la forma de de beber, ocasiona la pérdida de sus amigos, siente resentimiento, pierde o cambia frecuentemente de trabajo, su familia se aparta, cambia de hábito respecto a sus amistades y la comunidad, piensa en huir, se oculta.

ETAPA III: (el individuo)

- Sufre borracheras prolongadas, pierde tolerancia al alcohol, lleva más tiempo curarse de una borrachera, padece temores, se derrumba su sistema de pretextos.


Se considera alcohólico a aquella persona que padece una enfermedad: el alcoholismo. Este se caracteriza por depender del alcohol tanto física como psíquicamente y la capacidad de detenerse a abstenerse en su forma de beber aunque esto ocasione graves daños en su salud, empleo, mente y familia. Un alcohólico puede ser identificado a través de ciertas señales típicas:

- promesas de tomar menos
- discusiones sobre la bebida
- negación sobre su forma de beber
- pérdida de conciencia
- evitar responsabilidades
- no puede recordar lo que pasó cuando bebió
- ansiedad y temores

Es importante a su vez diferencian entre una intoxicación aguda y el alcoholismo como dependencia del alcohol. El consumidor fuerte de alcohol tolera más que aquel que no bebe frecuentemente, es decir que este se emborrachará más fácilmente. Pero esto también se da en alcohólicos con grado avanzado, quienes con poca cantidad de alcohol manifiesta signos de embriaguez.

El alcoholismo es producto de un consumo regular y consistente durante un transcurso de tiempo, que puede ocasionar una sensación de dependencia física y supresión durante períodos de abstinencia, sin embargo esta no es la única causa. Para que una persona se vuelva alcohólica se deben tener en cuenta otros factoes biológicos, genéticos, culturales y psicológicos.

Los factores más comunes son:

EVASIÓN: la bebida se puede usar como forma de excluir de la mente problemas, en vez de hacerle frente.

SOLEDAD: la bebida se suele usar como medio para disminuir el dolor causado por falta de amistad, mudanzas frecuentes, separación de seres queridos.

MIEDO: la bebida puede darle a las personas tímidas inseguridad un falso sentido de confianza en sí mismos y seguridad.

FALTA DE CONTROL EMOCIONAL: puede parecer que la bebida alivia los problemas que uno sufre con otras personas.

 PROBLEMAS FAMILIARES: como son vergüenza, rencor, inseguridad, delincuencia, problemas económicos, violencia.

A su vez el alcohol tiene un efecto tóxico directo y un efecto sedante sobre el organismo; la ingestión excesiva de alcohol durante períodos prolongados conduce a carencias en la nutrición y otras necesidades orgánicas. Los efectos sobre la mayoría de los sistemas del organismo son acumulativos e incluyen una gran variedad de alteraciones en el aparato digestivo, como úlceras del estómago, del duodeno, pancreatitis crónica y cirrosis hepática, así como lesiones irreversibles en el SNC y el SNP. Pueden llegar a producirse desmayos, alucinaciones, temblores, síndrome de abstinencia, delirium tremes ( que puede ser mortal ). También puede causar daños graves en el feto, especialmente en el desarrollo físico y mental ( la forma más grave de este retraso se llama “síndrome de alcoholismo fetal” ). El alcohol se incorpora rápidamente al torrente sanguíneo; al nivel del SNC, provoca depresión de las funciones de autocontrol y autocrítica, disminuye la coordinación motriz y afecta la respiración y circulación. Los efectos crónicos incluyen trastornos de la conducta y de la comunicación; disminución de las facultades mentales y obsesión por la ingesta de alcohol, trastornos en la sexualidad; lesiones orgánicas (gastritis, úlceras, pancreatitis aguda y crónica, cirrosis hepática, infertilidad, etc.)

En cuanto al consumo de bebidas alcohólicas en adolescentes, se ha popularizado rápidamente en este grupo y cada vez son más jóvenes las personas que beben, pero el consumo de alcohol ha sido siempre fuente de graves problemas. Entre las causas que llevan a la juventud a consumir alcohol, se menciona el falso atractivo de entrar en el mundo de los adultos y romper con las pautas que marcan el universo de la niñez. Otra, En cambio, es que se considera que no hay verdadera diversión sin alcohol, ya que este estimula la corteza cerebral y vuelve más eufóricas a las personas. Pero tras esos efectos aparece una pérdida de autocontrol y las personas asumen conductas que sin el catalizador etílico no serían capaces de adoptar.

Argentina cuenta con más de 1.250.000 alcohólicos mayores de 16 años y más de 800.000 menos de entre 12 y 15 años que ya consumen alcohol regularmente.

El abuso de alcohol en menores se encuentra instalado y socialmente aceptado. Hasta hace algún tiempo, esta nociva costumbre fue considerada una moda temporaria que terminaría por extinguirse, pero esa actitud permisiva tuvo grandes consecuencias: la afición por el alcohol se ha convertido en un hábito que tiene hondo enraizamiento en las franjas más jóvenes de la sociedad.

A pesar de las reglamentaciones vigentes, éstas son reiteradamente violadas porque nadie se preocupa por hacerlas respetar en relación a la obtención del alcohol por parte de los jóvenes. A ésto se suma el cuidado despreocupado de los núcleos familiares y el desmedido afán de lucro de ciertos comerciantes a los cuales tienen sin cuidado el daño que le provoca.

Al traspasar los límites de una ingesta moderada y esporádica, los bebedores de alcohol (y más se trata de jóvenes), se arriesgan a transformarse en adictos.

En Al-Anon, asociación que agrupa a familiares alcohólicos, afirman que antes lo más común era hablar de mujeres e hijos alcohólicos. Pero cada vez es más frecuente ver padres, amigos y maridos, ya que en los últimos años se incrementó el número de adolescentes y mujeres que tienen problemas con el alcohol.

Las bebidas alcohólicas suelen aparecer con el éxito social, en los negocios o el deporte.

Muchas cosas generan que el adolescente beba, como la presión de los grupos adolescentes. Hay, además, una cultura que favorece el consumo de alcohol. Muchos de los espectáculos deportivos, que tienen por mayoría público joven, tienen como publicidad, marcas de conocidas bebidas alcohólicas, y sin ir muy lejos, la selección nacional tiene como patrocinador la marca de cerveza más conocida de la Argentina (Quilmes).

Actualmente, entre la juventud se encuentra cada vez más a aquellos alcohólicos predispuestos tempranamente a que esta terrible enfermedad los atrape en esta etapa tan particular, asumiéndola en circunstancias que antes estaban reservadas de mayor edad. Además, el alcoholismo no es inclusive de los hombres; hoy son muchas las mujeres que lo padecen y, entre ellas, muchas muy jóvenes.
La dependencia de alcohol o la adicción al alcohol
La dependencia al alcohol (alcoholismo), también llamada alcoholismo, es una forma crónica de abuso de alcohol que tiene efectos fisiológicos, de conducta y cognitivos: cuando se toma alcohol repetidamente, y durante un periodo de tiempo prolongado, el cerebro se adapta a su uso, esto es, el cuerpo se vuelve tolerante al alcohol y depende de él para mantener algunas de sus funciones.
Esta adaptación del cerebro al alcohol significa que cada vez es menos sensible a los efectos del consumo, por lo que la dosis debe incrementarse gradualmente para obtener el mismo efecto de las primeras ingestas de alcohol. A medida que las neuronas se van adaptando a dosis cada vez más altas de esta sustancia, funcionan de forma aparentemente normal a pesar de estar “bañadas” en alcohol. En este estado, cuando el efecto de una dosis apenas ha desaparecido, puede haber ya causado efectos severísimos en el comportamiento, o incluso la muerte. En definitiva, se ha desarrollado una tolerancia al alcohol.
La dependencia, que se acompaña normalmente de la tolerancia, se vuelve manifiesta y, por tanto, puede ser observada cuando hay una abstinencia en el consumo de alcohol. Cuando una sustancia adictiva se administra repetidas veces en un intervalo que produce tolerancia, el cerebro se adapta a la presencia de la droga (es decir, hay una neuroadaptación). La normalidad aparente de las funciones cerebrales enmascaran así un cambio neuroquímico subyacente que sólo se manifiesta si se deja de consumir el alcohol bruscamente, ya que con la interrupción del consumo emergen los desórdenes cerebrales, conocidos como síndrome de abstinencia. Así, se experimentan síntomas como estallidos de actividad eléctrica en el cerebro, convulsiones y a veces fenómenos psicóticos como alucinaciones, que hacen evidentes los cambios cerebrales que permanecían ocultos mientras se bebía. Los síntomas de esta abstinencia desaparecen al volver a consumir alcohol, y este hecho es el que hace que sea duro para los dependientes al alcohol dejar de consumirlo, porque saben que al beber de nuevo sentirán un alivio inmediato de los síntomas. Pero este alivio significa que su organismo ya solo funciona “normalmente” con la presencia del alcohol, es decir, se ha vuelto dependiente del alcohol.
A menudo la dependencia del alcohol no se detecta durante años. La facilidad con que se consiguen las bebida alcohólicas y la manera en que se consumen (las pautas sociales) parecen ser factores importantes en la probabilidad de que una persona llegue a ser dependiente del alcohol. Pero también puede haber un componente genético, porque en algunas familias el alcoholismo se repite entre varios de sus miembros. De todas formas, no hay seguridad de que estas repeticiones no sean consecuencia de comportamientos aprendidos.


DESARROLLO

En la escuela, realizamos encuestas a los alumnos de 1º a 5º año para obtener opiniones y datos relevantes que contribuyeron a responder a nuestro problema.

En base a la encuesta realizada en los chicos de primero a quinto año (12 a 18 años) del colegio Normal Nº1, pudimos recolectar los siguientes datos:

Alrededor del 80% de los alumnos confiesan consumir alcohol, porcentaje que no varía entre ambos sexos.

Sin embargo, en los cursos más chicos toman más esporádicamente, principalmente para fechas especiales y no sobrepasan el consumo de 1 vez por mes; por semana en menor proporción. Mientras que los chicos de 3º, 4º y 5º consumen con mayor frecuencia, principalmente de 1 a 3 veces por semana y algunos durantes toda la misma.

Generalmente, comienzan tomando en sus casas en fiestas y fechas especiales, poca cantidad y alrededor de los 13 años escogen principalmente casas de amigos y kioscos. A los 15 años (edad en que comienzan a salir), el boliche es el principal lugar donde toman, aunque los minimercados y bares siguen siendo lugares muy escogidos, ya que los precios son más bajos y tienen una gran facilidad para acceder al alcohol. Lo preocupante es que la mayoría expresa que su iniciación ala alcohol se da en sus hogares lo que indica que esto es permitido por sus padres, y que estos también toman, por lo cual desde chicos, uno empieza a relacionar las fiestas con el alcohol.




A su vez, la cantidad de alcohol que consumen los adolescentes va en aumento con respecto a la edad. Los más chicos toman entre 1 y 2 tragos y no gastan más de $20, mientras que los alumnos de 4º y 5º año expresan que toman 3 o más tragos y gastan $30 o más. Siendo las bebidas preferidas por los adolescentes: la cerveza, los tragos, el Fernet, el Gancia y bebidas blancas. La cerveza (sobretodo), el Fernet y el Gancia son las bebidas que, en general, prefieren los adolescentes. Esto se debe a la publicidad y disfusión que estas tienen en al sociedad, además de su bajo costo. La cerveza, es una bebida muy barata y accesible ( ya que se venden en bares y kioscos sin control ) lo cual la hace ser la más elegida.
Por su parte el consumo de alcohol y la cantidad de dinero que gastan los adolescentes en alcohol va en aumento con respecto a la edad, lo cual puede deberse también a la mayor disponibilidad de dinero. Los padres tienen también una cuota de responsabilidad en este tema ya que el dinero que disponen los chicos es provisto por los padres en la mayoría de los casos, y por lo tanto si un chico gasta mucho dinero en alcohol, es por que ellos se los dan y son conciente que sus hijos toman. Además los padres llevan a sus hijos menores hasta la puerta de boliches, que ellos saben, son boliches para mayores de edad donde se vende alcohol; por lo tanto la actitud de los chicos dependerá de los límites que le imponga su padre

La mayoría dice tomar por gusto aunque un gran porcentaje expresó haber sido influenciado por sus amigos. A pesar de esto el 80% declara tomar, y casi la totalidad reconoce que está mal. Esto nos lleva a pensar que el alcohol está muy difundido y normalizado en la sociedad, y al estar tan estabilizado se considera un problema inevitable y por lo tanto la gente no hace nada por solucionarlo y termina por aceptarlo.

El límite que tienen para tomar es hasta alegrarse o marearse. Pero la mayoría dice haberse puesto ebrio al menos 1 o 2 veces, cantidad que aumenta en los 4º y 5º, quienes confiesan haberse emborrachado 6 o más veces. Este aumento es resultado también de la mayor disponibilidad de dinero como la facilidad de acceder a boliche y el menor control por parte de los padres. Así mismo, todos son concientes de las consecuencias del alcohol y reconocen que tomar alcohol en exceso es dañino y un descontrol, consecuencia de un problema social.
Los adolescentes toman alcohol como un medio para pasarla mejor y desinhibirse, lo cual está relacionado con las características psíquicas de los adolescentes quienes todavía no ha encontrado un grupo social al cual pertenecer y utiliza el alcohol como herramienta para encajar más fácilmente. Por su parte existe una creencia social entre los adolescentes de que las personas que toman son más “divertidas”, lo cual lleva a los chicos, quizá, aunque no exista tal presión a tomar para no sentirse excluidos. Otro factor importante es la naturalidad con la que hemos adoptado este problema en la sociedad, haciéndolo parte de nuestra vida, por lo cual los chicos no notan las graves consecuencias que puede traer el consumo desmedido de alcohol.
Según nuestra opinión el problema del aumento de consumo de alcohol por parte de los adolescentes, así como también la iniciación cada vez más precoz en el consumo de alcohol, se debe a diversos factores de distinto origen. Pero principalmente a una falta de conciencia generalizada por parte de la sociedad.
Al no existir una control ni por parte de las autoridades competentes ni de los negocios mismos en cuanto a la venta de alcohol a menores. Los chicos hoy en día tienen muchas posibilidades de acceder a las bebidas, lo cual deriva directamente en un aumento de consumo. También esto se da en parte por la falta de control, que hay en determinados boliches los cuales permiten el ingreso de menores. Los padres también contribuyen a agravar esta situación dado que son concientes de los que hacen sus hijos, pero en vez de poner un límite les dan dinero y permisos que en un punto agravan la situación.


CONCLUSIÓN

Para el problema del incremento del consumo de alcohol en adolescentes de Rosario, planteamos nuestra hipótesis de que este aumento se dio a causa de que, hoy en día, los adolescentes lo utilizan como un elemento para incluirse en un grupo, debido a sus efectos desinhibitorios, lo que les facilita esta integración, y a su vez lo relacionan con la diversión y la moda. Para poder afirmar la veracidad de nuestra hipótesis, buscamos información teórica en libros, diarios, Internet, datos estadísticos en hospitales y realizamos encuestas al alumnado del colegio; y de esta forma obtuvimos diferentes teorías sobre el tema y a su vez datos reales que reflejan la realidad y pensamientos de los adolescentes.
Podemos concluir así que este aumento es producto de diversos factores como la posibilidad de insertarse en un grupo, la falta de control por parte de las autoridades competentes, su fácil acceso dado su bajo precio, la aceptación social de su consumo moderado, iniciación gradual y vigilada del niño en el consumo de alcohol dentro del ambiente familiar y su uso como forma de escapatoria de una realidad inaceptable; a los cuales, podemos agrupar en 3 grandes grupos: psicológicos, sociales y familiares.
A nuestro modo de ver, el consumo de alcohol es un problema que debe abordarse como tal en todos los ámbitos y aspectos, cuya incidencia va en aumento, trayendo graves consecuencias; y que los adolescentes, a pesar de ser sus víctimas, por su personalidad no bien constituida y fácilmente influenciable lo utilizan como herramienta común en su vida cotidiana.

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